Los aficionados a los videojuegos sabemos lo importante que es estar concentrado para poder jugar bien al juego. Pero todo tiene un límite, o eso pensaríamos nosotros si estuviésemos en la situación de este chico japonés, el cual ignora incluso a las chicas que le rodean mientras juega.
Y eso que no son precisamente feas, al contrario, son de ese tipo que cualquiera en sus cabales miraría embobado deseando obtener aunque sea una sonrisa de ellas para irse contento a casa.El chico no les hace caso alguno, a pesar de que le miran de forma muy sugerente y le ponen sus atributos directamente delante suya. Al principio es solo una chica pero viendo que no consigue los efectos deseados acaba llamando a unas cuantas amigas, muy parecidas a ella, para ver si así consiguen por fin desengancharle y que pierda la partida de una maldita vez.
Y eso que no son precisamente feas, al contrario, son de ese tipo que cualquiera en sus cabales miraría embobado deseando obtener aunque sea una sonrisa de ellas para irse contento a casa.El chico no les hace caso alguno, a pesar de que le miran de forma muy sugerente y le ponen sus atributos directamente delante suya. Al principio es solo una chica pero viendo que no consigue los efectos deseados acaba llamando a unas cuantas amigas, muy parecidas a ella, para ver si así consiguen por fin desengancharle y que pierda la partida de una maldita vez.
0 comentarios :
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario... Procura ser decente y dejar mensajes constructivos!